Prosegur comunico el pasado mes de marzo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el importe bruto máximo que repartirá en dividendos será de 65,9 millones de euros y que el dividendo se abonará en cuatro pagos -de 16,48 millones de euros cada uno-, a razón de 0,0267 euros por acción en circulación. Es decir, los accionistas se van a repartir casi 70 millones de euros y no tienen escrúpulos en pedirnos a los trabajadores y trabajadoras de la plantilla que nos bajemos el sueldo.
El primer desembolso se efectuará en julio de 2013 y el segundo en octubre del mismo año, mientras que los dos últimos se harán en enero y abril de 2014, respectivamente.
El reparto del dividendo se someterá a aprobación de la junta de accionistas, cuya celebración está prevista para el 29 de abril.
Asimismo se someterá a aprobación de la junta la operación de segregación de la rama de actividad de seguridad privada de Prosegur Compañía de Seguridad en España a favor de su filial al 100 % Prosegur España, de acuerdo con el proyecto de segregación depositado en el Registro Mercantil de Madrid.
Prosegur España tiene previsto ampliar su capital social en 72,2 millones de euros mediante la creación de 72,2 millones nuevas participaciones sociales de 1 euros de valor nominal cada una de ellas.
Cuando saco este tema en alguna de las reuniones que se mantienen con personal directivo de Prosegur, me contestan con el ya recurrente, "ese dinero viene de Sudamérica". Y posiblemente sea así, lo que le falla a esa argumentación es que el dinero para poder montar la estructura en aquellos países ha saludo de la delegación de España, mejor dicho, del sudor de los trabajadores.
